Get it on Google Play

Cronos Mar del Plata

A los hombres les estresan los parques y a las mujeres las calles estrechas: ¿qué emociones despierta la ciudad?

Los cambios de frecuencia cardíaca ponen de manifiesto algunas diferencias importantes en cómo distintos grupos de personas viven el espacio público. Por ejemplo, permiten identificar cambios en la percepción del espacio según el género.

Mundo Daniel Paül Agustí 30 de enero de 2023
calle-estrecha_6121

A los hombres les estresan los parques y a las mujeres las calles estrechas: ¿qué emociones despierta la ciudad?

Shutterstock / Balakate
Daniel Paül Agustí, Universitat de Lleida y Montserrat Guerrero Lladós, Universitat de Lleida

Son muchas las personas que alguna vez han experimentado miedo o estrés en la calle. También las que salen para relajarse o desconectar de sus vidas domésticas o laborales. El espacio es el mismo, pero las experiencias son claramente distintas. Así, pese a que la calle es un espacio importante de nuestras vidas, apenas sabemos por qué a algunas personas les generan emociones positivas y a otras, negativas.

Numerosos municipios han invertido cantidades importantes de dinero para “adecentar” “mejorar” o “modernizar” sus calles, plazas o parques. Generalmente consiste en cambiar la urbanización, aumentar el mobiliario urbano o añadir vegetación. Pero, en realidad, no pasan de ser intervenciones meramente formales: no se ha estudiado hasta qué punto mejoran las emociones que la gente experimenta en los espacios públicos. Por lo tanto, ¿son realmente efectivas estas medidas?

Identificar las emociones

Tradicionalmente se han venido identificando las emociones a partir de distintos tipos de encuestas. Esta aproximación tiene algunos problemas; principalmente, que la gente, de modo consciente o inconsciente, miente. No se acuerda, no quiere admitir que una cosa le da miedo o no rellena correctamente el cuestionario.

Era necesario un nuevo método. Y eso ha sido posible en los últimos años gracias a la miniaturización (y abaratamiento) de algunos aparatos médicos. Ahora la gente puede desplazarse por la calle con instrumental que mide sus emociones.

Un indicador es la frecuencia cardíaca. Cuando decimos que alguien tiene un ritmo cardíaco de 60 latidos por minuto cabría deducir que el tiempo entre latidos es de un segundo. Pero en realidad, durante esos 60 segundos la frecuencia se altera para adaptarse los cambios que experimenta la persona. Medir estas variaciones permite identificar cambios en las emociones experimentadas.

¿Y cómo podemos detectarlos? Por ejemplo, con instrumental como bandas cardíacas deportivas, capaces de medir los intervalos entre latidos. Si esta información se localiza en un punto concreto –por ejemplo, con el GPS del móvil– podemos saber en qué lugares se han producido alteraciones en los latidos y buscar posibles causas.

Distintas reacciones en función del género

Los cambios de frecuencia cardíaca ponen de manifiesto algunas diferencias importantes en cómo distintos grupos de personas viven el espacio público. Por ejemplo, permiten identificar cambios en la percepción del espacio según el género.

En una de las primeras pruebas realizadas para identificar estos cambios, que se desarrolló por el centro histórico de Lleida (España), los resultados han mostrado que las mujeres experimentan un grado de estrés un 17,34 % mayor que los hombres durante todo el recorrido. Además, un 20,51 % de participantes femeninas calificaron alguno de los espacios visitados como “desagradable”, respecto un 8,6 % de los varones. Así mismo, se identificaron diferencias significativas en los espacios que generaban estas emociones.

Las mujeres tienden a presentar mayores niveles de estrés en calles peatonales estrechas, especialmente si hay otras personas o vehículos aparcados que generan espacios con escasa visibilidad. En cambio, a los hombres les estresan más los parques y jardines y las calles comerciales con una presencia elevada de gente.

Una situación curiosa se observa precisamente en los parques y jardines. Estos lugares producen una sensación de bienestar a las mujeres, mientras que en los varones el sentimiento mayoritario es de estrés. Un ejemplo de cómo un mismo sitio puede ser percibido de forma distinta por varios colectivos.

También es importante señalar que, en el momento de identificar las emociones vividas a lo largo del recorrido, las mujeres expresan el miedo y la tristeza con mayor facilidad que los hombres. En cambio, estos tienden más a exteriorizar la alegría y la ira.

Shutterstock / Alexander Image

Hay que planificar la ciudad pensando en las emociones

Con la pandemia de la covid-19, se pudo observar un aumento de la ansiedad y del miedo a salir a la calle. Conocer el origen de estas emociones permite conocer las causas de esta situación y generar un diseño de los espacios públicos que incorpore criterios relacionados con el bienestar y la salud mental de la población.

Pequeños microespacios que vemos a diario, como pasos de cebra, aceras estrechas o coches aparcados, pueden tener relación directa con que nos sintamos bien o mal en los lugares públicos. Pensarlos de forma adecuada resulta fundamental para generar espacios amables para la población.The Conversation

Daniel Paül Agustí, Profesor de Geografía, Universitat de Lleida y Montserrat Guerrero Lladós, Profesora de Sistemas de Información Geográfica y Cartografía, Universitat de Lleida

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

Te puede interesar

Cómo la escritura transforma la cultura

La mayoría de los expertos concuerdan en que entre los pueblos de habla griega que conformaban la cultura micénica existía una escritura silábica, la llamada Lineal B, pero esta desapareció con la caída de esta civilización.

Escritura-p44359lbjdvudjdyvqvpxdsempcpuwsg1q7galghag

Pequeños genios: ¿funcionan los métodos para rendir más?

El método se popularizó y a finales de los 90 era extraño no encontrar una escuela infantil que no contase con los BITS de Inteligencia, otra vertiente del método ideada para favorecer el desarrollo cognitivo de los alumnos más pequeños. Hoy en día este método ha caído en desuso y ya no se utiliza en prácticamente ninguna escuela.

nin%CC%83o_genio-ST

Mar del Plata: escuela de Surf adaptado

La escuela surgió en 2004 por iniciativa del excampeón argentino de surf Lucas Rubiño (40), y se transformó en una referencia en el deporte adaptado a nivel local y nacional, por la que cada año pasan 800 alumnos.

20220306214343_9-surf
google-site-verification: google22201ec4643dd4b3.html