¿Podemos crear universos en el laboratorio?
Crear un universo en el laboratorio puede parecer mentira, pero lo más fascinante es que teóricamente es posible hacerlo. Eso sí, tecnológicamente hablando es harina de otro costal.

Crear un universo entre probetas y pipetas suena a una locura enorme, incluso para el escritor más imaginativo de la ciencia ficción. Sin embargo, en 1987 dos astrofísicos, Edward Farhi y Alan Guth, entonces investigadores del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), discutieron esta idea en una revista científica de gran prestigio dentro de la física, Physics Letters.
No se puede negar que ambos físicos son unos tipos imaginativos. Por un lado tenemos a Farhi, que se formó como físico teórico de partículas, pero también ha trabajado en astrofísica, relatividad general y en los fundamentos de la mecánica cuántica. En la actualidad centra su trabajo en computación cuántica trabajando para Google.
Su imaginación no conoce límites: con Robert Jaffe postuló cuáles serían las propiedades de un tipo de materia superdensa llamada “materia extraña” e incluso planteó la posibilidad de que existieran estrellas hechas con ese tipo de materia hipotética. Y cuando se pasó a la relatividad general demostró, junto con Sean Carroll y Alan Guth, que construir una máquina del tiempo necesitaría usar más recursos de los que se podrían obtener. Y fue con Guth con quien se planteó la posibilidad teórica de construir un universo en un laboratorio. Guth, por su parte, es el padre de la hipótesis del universo inflacionario que dice que en los primerísimos momentos de vida del universo, a los 10-32 segundos de nacer (una cien millonésima de billonésima de billonésima de segundo), dobló su tamaño casi 1 000 veces. Por otro lado, en 2005 Guth ganó el premio al despacho más desordenado de Boston, organizado por el periódico Boston Globe. Dicen que fueron sus colegas quienes lo nominaron porque pensaban que tal premio le avergonzaría y acabaría ordenándolo. Craso error.
Pues bien, Farhi y Guth, después de demostrar que teóricamente no hay ningún impedimento para crear un universo, concluyeron sensatamente su artículo diciendo que “como puede uno imaginarse, es bastante difícil”, pero en el contexto de una teoría cuántica no es, en principio, imposible. Bueno, maticemos. En la práctica es imposible dada nuestra tecnología actual; quién sabe si lo será para criaturas más avanzadas o para nosotros dentro de unos cuantos milenios.